mayo 22, 2011

Quimera.-


Un sueño me vino a recordar algo que ya creí olvidado, un nosotros que ya fue consumido…

Nunca te esperé en la otra esquina y tú tampoco esperaste por mí.

Que complejo es pensar que nunca coincidimos en las vueltas; pareciera que perteneciéramos a dos polos bien opuestos y que por más que nos esforzáramos por acortar las distancias, la esencia innata siempre nos devolvía a nuestro lugar.

Sé que lo intentamos, que pusimos alma y corazón en ello, pero no nos alcanzó.

No quiero que te diluyas un día de mañana, como lo hiciste la otra noche en mis sueños, con mucho que contarme y sin segundos para existir.

Tampoco quiero quedarme con el ahogo en la garganta, conteniendo cosas que debí decir.

Te debo un perdón por eso que perdimos y un gracias por eso que guardamos en un rincón.

También un lamento por no poder quedarnos ni siquiera a mirarnos pasar.

Sé que ya no fuimos amigos, pero aún así sólo quiero que te encuentres bien y que seas feliz en tu extremo.

Una sonrisa para ti.