Nunca fuiste para mi y siempre fuiste mío.

Gracias pero No gracias.

Tengo tantos perdones guardados, que podría dedicarme a coleccionarlos.

Están ahí, por todos lados, en cada movimiento, en cada silencio;

y el problema no son los perdones, el problema es que no sé qué hacer con ellos.

Soy como soy, ni mejor ni peor, no puedo decir que acepto un perdón si no lo siento.

A veces es fácil cometer errores, dañar, pedir perdón y continuar con las vidas.

A mi no me sirve, a mi no me gusta, 

prefiero ser soberbia y tragarme el perdón si voy a continuar con el círculo vicioso.

Lo siento pero no les creo su arrepentimiento instantáneo.

Así que: 

NO SE RECIBEN PERDONES HASTA NUEVO AVISO.

Encontrar.

Y lo terrible es buscarte en todos los rincones,

en todos los reflejos, en todos los momentos

en cada suspiro, en cada sonido, 

en nuestra canción.

  En cada luz e incluso en cada sombra.

Lo terrible es buscarte estando al lado tuyo, 

 mirarte y no encontrarte ahí.

No resignarse y volver a cada recuerdo 

para gritarte que regreses,

para contarte que me prometiste muchos más de lo que haz cumplido.

Que me debes una vida juntos

y muchas tardes viéndote sonreír.

Lo terrible es saber que te haz perdido 

y que probablemente no vayas a volver.

[Te perdiste en un momento,

 te escondiste en un lugar,

 en donde ya no hay recuerdos

y no te puedes encontrar]

Ni se tapa ni se borra.

Lo que no te mata, No te hace más fuerte, 

lo que no te mata, te destruye

te deja sin aliento y no se olvida jamás.

Te marca a fuego, no se borra, ni desaparece;

el tiempo no lo cura, la vida no lo doblega.

Duele siempre con la misma intensidad.

Lo que no te mata, Nunca te hará más fuerte.

Lo que no te mata -al final- debería matarte.

Fe

Y la esperanza sigue ahí, inmóvil
tal como un Roble que firmente enraizado
resiste los vientos más violentos;
esperando a que un día me vuelvas
a mirar con un te amo clavado en lo ojos.