noviembre 23, 2011

Bang.-

[Bang - desplomarse al Mar]

No exagero cuando digo que me dueles desde la punta de los dedos, hasta la última
fibra del corazón.
Y es que no puedo entender cómo amarte.
No porque no quiera, no porque no me esfuerce, no porque me lo guarde,
sino que simplemente porque no hablamos el mismo idioma.
Yo canto para el Mar y Tú bailas para la Tierra.
¿Será posible entonces que alcancemos el mismo son?
O simplemente el Sol se apagará a nuestras espaldas.
No quiero dolerte, ni que me duelas,
no quiero amarte y que no lo entiendas,
no quiero tenerte para coleccionarte, quiero tenerte para verte sonreír,
te detendría sólo para congelarte en un beso, pero
si tus ojos ya perdieron el brillo al mirarme pasar,
entonces ya no quiero quedarme.
Entonces, me voy con el Mar.

Ayer todo se dirigía a Ti como los girasoles hacia el Sol
Hoy, los girasoles perdieron su rumbo.

[Pero ustedes saben, señores, muy bien cómo es esto;
no nos falló la intención, pero sí el presupuesto...
En blanco y negro esta canción
quedó en blanco y negro con el corazón,
en blanco y negro, nieve y carbón]

noviembre 12, 2011

Algo de conciencia no hace mal.

¿Por qué la habilidad para las matemáticas o el uso de comunicación simbólica, es moralmente mejor que la habilidad para volar, respirar bajo el agua o cualquier otra característica que los no humanos poseen y los humanos no?

Asumimos que “nuestras” habilidades son moralmente más valiosas que “sus” habilidades. Sin embargo, no existe ninguna justificación para defender esta postura excepto que nosotros lo decimos así y es en “nuestro” interés hacerlo de ese modo. Además, incluso si todos los animales no humanos careciesen de una particular característica cognitiva “más allá de la capacidad para sentir”; o la poseyesen en menor grado o de forma diferente a los humanos, esa diferencia no podría justificar que les tratemos como objetos. Puede ocurrir que las diferencias entre humanos y no humanos sean relevantes para otros propósitos. Por ejemplo, nadie defiende que los animales deban conducir automóviles o ir a la universidad. Sin embargo, tales diferencias “no” guardan relación ni justifican el uso de no humanos como alimento o en experimentos. Esta apreciación queda clara cuando hablamos únicamente del ser humano. Cualquier característica que identifiquemos como exclusivamente humana será poseída en menor grado por algunos humanos y estará completamente ausente en otros. Algunos humanos tendrán exactamente la misma carencia que atribuimos a los no humanos. Esta carencia en algunos seres humanos puede ser relevante para algunos propósitos, pero no para el de esclavizarlos o tratarlos como mercancías sin valor inherente.

Afirmamos que nos tomamos en serio los intereses de los animales y aseguramos que está mal infligir sufrimiento “innecesario” a los animales. Sin embargo, la inmensa mayoría del uso que hacemos de los animales no puede ser calificado como “necesario” en ningún sentido coherente de la palabra. No es necesario comer animales ni cazarlos ni usarlos como entretenimiento. Y no podemos justificar nuestro uso de animales en el campo de la experimentación porque nunca creeríamos apropiado que, en ese campo, se usasen a aquellos humanos que están en situación similar a los no humanos.

. Tal y como el filósofo británico Jeremy Bentham expresó, “un perro o un caballo adulto es, más allá de toda comparación, un animal más racional, además de un animal más comunicativo, que un bebé de un día, de una semana o incluso de un mes. Pero suponiendo que no fuese así, ¿qué diferencia supondría? La cuestión no es ¿pueden razonar? ni ¿pueden hablar?, sino ¿pueden sufrir?”"


Artículo del Profesor Gary Francione

noviembre 06, 2011



* Toc - Toc

* ¿Quién es?

* La Juli