A esto nos hemos reducido, a caricias furtivas en días de primavera, a miradas secretas que no quieren ver realidad, a roces de piel que temen sentir otra vez a besos temblorosos que nos llenan el alma pero que sin embargo preferimos olvidar, a excusas absurdas para volver a escuchar tu voz, para sentir tu respiración en la mía una vez más, un instante más.
Nos obligamos a volver, nos obligamos a inventar, pero una vez ahí, queremos detener el tiempo, para que los minutos en los que descanso en tu pecho se hagan eternos, para que tu aroma no se borre de mi piel jamás, para no tener que levantarnos y seguir nuestros caminos, pretendiendo que nuestros encuentros silenciosos no dejan huella.
Y no es necesario musitar palabra alguna, porque así como nos engañamos con la primavera, nos engañamos también a nosotros mismos, jurando, que será una última vez.
Me miras a los ojos, me dices tus verdades yo me las trago, las desarmo, las desmenuzo y desgrano sus colores.
Me duelen, me queman, me hieren, me cicatrizan, me sanan, me reviven.
Y vuelvo a respirar, te vuelvo a mirar te grito mis verdades. Tu te las comes, las despedazas separas sus matices.
Te duelen, te queman, te hieren, te cicatrizan, te sanan, te reviven.
Y vuelves a respirar. Nos miramos, otra vez, masticamos verdad, respiramos verdad, vemos verdad, somos verdad. Vuelve esa paz; esa de brillantez perfecta; esa que nos obliga a volver, volver y volver.
]Hoy mi cuerpo necesita de ti y saber que la dosis perfecta esta en tus caderas en tus besos, tu sonrisa, tu cabello y ese cuerpo que me eriza.
Huellas marcadas aparecen en el fondo del algodón, en sí comprendo pero no qué es, cómo podría ser, qué será. Se muelen los días, se comen la paciencia se digiere la razón. de su interior vino y vendrá una azulina amapola, Comprendemos sin tener clara la filosofía existencial del sol; de que el invierno no es sin verano, como la vida sin su muerte como tal. Sea nuestra existencia como reloj arenal -clic- Llega y se va la desembocadura del río y con eso el fin sin entendimiento entendido final -clic-clic-clac-.
Las palabras se consumen en mi boca, llegan hasta lo más profundo, donde tu no puedes llegar. Mi sombra se construye de ellas y ahora llegan aquí para contarte lo que no quería contar.