Me miras a los ojos, me dices tus verdades
yo me las trago, las desarmo, las desmenuzo
y desgrano sus colores.
Me duelen, me queman, me hieren,
me cicatrizan, me sanan, me reviven.
Y vuelvo a respirar, te vuelvo a mirar
te grito mis verdades.
Tu te las comes, las despedazas
separas sus matices.
Te duelen, te queman, te hieren,
te cicatrizan, te sanan, te reviven.
Y vuelves a respirar.
Nos miramos, otra vez,
masticamos verdad, respiramos verdad, vemos verdad,
somos verdad.
Vuelve esa paz; esa de brillantez perfecta;
esa que nos obliga a volver, volver y volver.
]Hoy mi cuerpo necesita de ti y saber
que la dosis perfecta esta en tus caderas
en tus besos, tu sonrisa,
tu cabello y ese cuerpo que me eriza.
Panteón Rococó- La dosis perfecta. [
octubre 10, 2008
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